La Paradoja del Canario
- Posted by Sefuelix
- On 14 junio, 2017
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- artículos, banca, economía
Previo: escribo este artículo a vuelapluma mientras preparo la maleta para un largo viaje, así que les pido disculpas por los posibles errores de estilo que pudiera contener.
Se acaba de conocer que el gobierno canario retiró, en los días previos a la intervención del Banco Popular, más de 600 millones de euros de liquidez que tenía allí depositados. Se da la paradoja de que la decisión de un gobierno regional de movilizar sus fondos podría haber sido clave en precipitar la caída, intervención y venta de dicho banco.
No hay nada que reprochar, en principio, a los responsables de Tesorería del gobierno canario. La decisión racional de cualquier empresa o institución pública es minimizar sus riesgos. Y todo el mundo sabe que no hay garantía para los fondos superiores a 100.000 € depositados en un banco. Incluso los inferiores están sujetos a ciertas condiciones y limitaciones.
El acontecimiento que hemos conocido hoy nos invita a la reflexión sobre la norma. Si todas las empresas e instituciones y organismos públicos actúan de manera racional, en el momento en que se sepa que un banco tiene algunas dificultades, aunque sean resolubles y no graves, o sean exclusivamente dificultades de liquidez, comenzará una «corrida bancaria» que agravará el problema hasta llevar a la inevitable intervención y/o quiebra del banco. Y hace ya años que este tipo de retiradas masivas de fondos no dan lugar a fotografías espectaculares de largas colas de gente queriendo retirar su dinero, sino que se realizan silenciosamente, desde los faxes de las grandes empresas o vía internet.
Esto no es más que otra variante del famoso «dilema del prisionero», en condiciones de incertidumbre. Si todos los agentes implicados actúan racionalmente buscando su propia salvaguardia de intereses, llegaremos a la situación no deseada de la caída del banco que tiene pequeños problemas. La incertidumbre viene de que no siempre seremos capaces de dilucidar si los problemas del banco son pequeños (en cuyo caso nuestra actuación racional tendrá consecuencias no deseadas) o grandes (en cuyo caso habremos actuado de forma perfectamente correcta).
No voy a entrar en analizar la intervención del Popular. Tengo algunas críticas sobre ella, y casi todas coinciden con las expresadas al respecto por los inspectores del Banco de España. Para poder llegar a donde quiero, y aportarles algo con este artículo, tengo que contarles una historia.
Al día siguiente de la quiebra de Lehman Brothers,cuando yo ocupaba el cargo de X en la sociedad Y, recibí una llamada de mi organismo supervisor:
– Hola. ¿Cuánto riesgo tienes con Lehman?
– XX
– ¿Seguro? ¿Tan poco?
– Plenamente seguro.
Los teléfonos echaban humo aquellos días. Desde los organismos supervisores a las instituciones financieras. Y éstas entre sí. Los amigos compartían información. Todos sabíamos lo grave que era la situación.
No me cabe duda de que estas últimas semanas los teléfonos también han echado humo. Estoy plenamente convencido de que desde el Ministerio de Economía se ha hablado con los bancos y organismos supervisores. Y de que éstos han hablado entre sí. De que el gobierno central ha hablado con los gobiernos autonómicos y éstos con sus tesorerías.
A donde quiero llegar es a que ningún funcionario toma solo la decisión de cambiar 600 millones de euros de banco. Esto se ha hecho porque alguien, desde algún despacho, ha dicho que así se hiciera. Por maldad, ignorancia o con la mejor de las intenciones, nunca lo sabremos. O porque alguien ha dejado de hacer una llamada.
Si nos fiamos de las cifras que se han publicado, la pérdida de estos 636 millones en depósitos le supuso al Popular, en pocos días, la ocupación de 10.000 millones adicionales de colateral para hacer frente a sus necesidades de liquidez. El banco acabó colpasando. Da igual si era o no solvente. No podía sobrevivir a este embate adicional de los elementos.
Ahora bien, no conviene quedarse en el dedo. El gobierno canario no habrá sido el único en retirar grandes cantidades de fondos. Seguro que ha habido otros fondos, organismos e instituciones. Sería interesante conocer las razones que han llevado a cada uno de ellos a hacerlo y quiénes han sido. Cada uno ha empujado un poco más al Banco Popular a los brazos del Santander.
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