Kjell A. Nordström y Jonas Ridderstrale, autores de la excelente obra Funky Business Forever, escribieron que nada mínimamente asombroso ha sido hecho en soledad. Esta realidad múltiple de la actividad humana, nacida tanto de la colaboración como de la confrontación de voluntades individuales, es la que ha permitido el progreso de nuestra especie, y nunca ha sido tan evidente como en el globalizado mundo actual, en el que bienes, servicios y personas interaccionan cada día de forma acelerada y masiva, y donde la información viaja a tiempo real, expandiéndose en progresión geométrica a través de medios de comunicación y redes sociales. Ello tiene implicaciones decisivas en todas las áreas del conocimiento, entre ellas la economía.
En efecto, inmersos como estamos en una realidad veloz, compleja y cambiante, a menudo resulta imposible capturar la esencia de una noticia, comprender los mecanismos de un determinado evento o las complejas interacciones existentes entre los distintos actores e instrumentos financieros. Tampoco suelen estar a nuestro alcance inmediato las motivaciones asociadas a muchos hechos económicos. Dicha confusión se complica por la falta de transparencia de los mercados, el ruido político y mediático o el ocultamiento deliberado de los responsables últimos de las decisiones.
En este proceloso mar de confusiones, no cabe navegar solo. Resulta vital disponer de una comunidad diversa y pensante que debata, contraste, coincida, discrepe, aporte, agradezca, se indigne, haga, deshaga, rehaga y acabe explicando y difundiendo el resultado de sus afanes, en el convencimiento de que esa suma de voluntades e intelectos constituye un motor de cambio extraordinario. Esto, y no otra cosa, es lo que pretende conseguir Thinknomics Global a través de sus creadores, anteriormente conocidos como Usual Suspects.
Los más cinéfilos recordarán Usual Suspects (Bryan Singer, 1994), una película norteamericana de trama compleja, pero que parte de una idea sencilla: si reúnes a un puñado de delincuentes por separado, te arriesgas a que planeen un golpe todos juntos. Algo parecido nos ocurrió a un grupo de inquietos tuiteros, famosos por meternos en todos los berenjenales y discutir largamente sobre los más diversos temas de la actualidad económica. Al poco tiempo, los dichosos 140 caracteres se nos quedaron cortos y decidimos conformar un chat privado donde solazar las neuronas. Unas semanas después, creamos nuestro propio perfil público para compartir el resultado de nuestros intercambios, el cual ha acabado constituyendo el germen de la web que hoy les presentamos: Thinknomics Global.
El propósito de este espacio es proporcionar de manera clara, honesta y rigurosa, tanto individual como conjunta, datos, reflexiones, informes, análisis y predicciones sobre la realidad económica global, con una perspectiva multidisciplinar. Al ser la economía una ciencia social, no pura, pocas veces podremos darles certezas matemáticas o verdades inmutables. En tales casos, analizaremos opiniones contrapuestas, formularemos dudas y evidenciaremos nuestras discrepancias, pero siempre de manera argumentada y respetuosa, porque sólo con curiosidad, amplitud de miras, sentido crítico y voluntad de aprendizaje es posible tener criterio propio. Y ni aun así, la seguridad en nuestros postulados está garantizada.
Creemos diferenciarnos de otros medios similares por nuestra manera abierta e independiente de afrontar esta labor analítica y divulgativa. No integramos publicidad en el sitio ni pedimos subvenciones, ni tenemos tampoco patrocinadores que puedan influir sobre nuestros contenidos, aunque aceptaremos realizar análisis sectoriales si nos los piden y, si el proyecto prospera, abriremos nuestra propia vía de crowdfunding.
El ejemplo más claro de la apertura y diversidad que propugnamos es nuestro propio grupo, 14 individuos de nacionalidad española, algunos residentes en el extranjero y con un perfil académico, profesional y personal heterogéneo: analistas, profesores universitarios, traders, empresarios y consultores conformamos la plantilla de los Suspects, cada uno con nuestro propio devenir vital y orientación política. Tenemos conservadores, liberales, socialdemócratas, austríacos, keynesianos, federalistas, unionistas, independentistas, culés, madridistas, béticos, deportistas, sedentarios, artistas, padrazos, solteros, jóvenes y no tan jóvenes… En fin, un batiburrillo humano y cognitivo unido por nuestro amor a la economía, la sensatez, el sentido del humor, el respeto mutuo y un afán desmedido de explicar y difundir nuestros conocimientos. Si nosotros, siendo tan diferentes, podemos alcanzar valiosos espacios de entendimiento y mejora, ¿qué no podrá hacer el resto de la sociedad? ¿Qué nos lo impide sino nuestros propios egos y limitaciones?
Pese a los años de trabajo económico que llevamos a nuestras espaldas, empezamos esta aventura con ilusión de primerizos. Trataremos de ir de menos a más, despacio y con buena letra. Nos equivocaremos y aprenderemos de nuestros errores, pero queremos hacerlo en su compañía, con sus críticas, aportaciones y sugerencias. La mejor manera de crecer es juntos, para así lograr entre todos, como diríanNordström y Jonas Ridderstrale, algo asombroso.
Pasen y lean. Esta es su casa.